Moho es un hongo conformado por un micelio o conjunto de hifas, que no es capaz de formar un cuerpo fructífero a diferencia de las setas. Se encuentra tanto al aire libre como en lugares húmedos y con baja luminosidad. El moho crece mejor en condiciones cálidas y húmedas; se reproducen y propagan mediante esporas. La apariencia de color similar al polvo en los mohos se debe a la formación de esporas que contienen metabolitos secundarios de los mohos. Las esporas del moho pueden sobrevivir en variadas condiciones ambientales, incluso en extrema sequedad, a pesar de que esta no favorece su crecimiento normal. Los mohos también son denominados hongos filamentosos ya que crecen en forma de filamentos microscópicos.
Los mohos pueden crecer en las paredes, panes, quesos, frutas, verduras, troncos, hojas de plantas, excrementos y hasta incluso sobre setas. Otros crecen en el suelo o en ambientes acuáticos. Algunos pueden ser micorrícicos, parásitos o patógenos.
La penicilina (cuyo nombre deriva del hongo Penicillium) es un antibiótico hecho con un moho. Fue descubierto por Alexander Fleming. Algunos mohos también están presentes en diversos tipos de queso, casos del Camembert, Brie, Roquefort, Stilton, etc.
Los géneros de mohos más comunes son:
Alternaria
Acremonium
Aspergillus
Cladosporium
Mucor
Neurospora
Penicillium
Rhizopus
Stachybotrys
Trichoderma