Amphibia
Los anfibios (Amphibia), antes conocidos como "anfibios", son una clase de vertebrados tetrápodos. Generalmente se definen como un grupo que incluye a "todos los tetrápodos no amniotas". La rama de la zoología que los estudia (al igual que a los "reptiles" ) es la herpetología, más concretamente la batracología, del griego batrachos, rana, que se dedica específicamente a ellos.
Los anfibios viven en una gran variedad de hábitats, pero la mayoría de las especies prefieren los ecosistemas terrestres, de agua dulce o arbóreos. Por lo general, los anfibios comienzan su vida como larvas acuáticas, que posteriormente se metamorfosean en su forma adulta definitiva, pero algunas especies no sufren esta metamorfosis, bien permaneciendo larvarias durante toda su vida y reproduciéndose como tales (neotenia), bien adoptando una forma adulta en miniatura antes de eclosionar. La larva tiene un estilo de vida totalmente acuático y respira por branquias, mientras que el adulto tiene pulmones y respira al aire libre. Los anfibios utilizan su piel como superficie respiratoria secundaria, y algunas especies de pequeñas salamandras y ranas terrestres incluso respiran exclusivamente por la piel y carecen de pulmones. Tienen varias similitudes con los reptiles, pero éstos son amniotas que, como las aves y los mamíferos, no necesitan agua para reproducirse. Los anfibios necesitan agua no contaminada químicamente para su reproducción y la salud de su piel permeable, lo que los convierte en buenos indicadores ecológicos. En las últimas décadas, se ha producido un descenso espectacular de sus poblaciones en todo el mundo, debido a la contaminación y a la propagación de infecciones fúngicas.
Los primeros anfibios aparecieron a principios del periodo Devónico, entre los "peces" sarcopterigios, dotados de pulmones y aletas óseas, órganos adaptados a las inundaciones regulares y prolongadas en las primeras orillas de estuarios, deltas y otros medios parálicos. Se diversificaron y se convirtieron en el grupo predominante de vertebrados terrestres durante el Carbonífero y principios del Pérmico, antes de ser suplantados por los amniotas, cuyo auge se benefició de la desaparición de numerosos linajes de anfibios en el curso de extinciones masivas. Sólo los antepasados más pequeños y menos diversos de la subclase Lissamphibians han sobrevivido hasta nuestros días.
Los tres órdenes modernos de anfibios son los anuros(ranas y sapos), los urodelos(tritones y salamandras) y los gimnofiones (cecilias). El número total de especies conocidas de anfibios es de unas 7.000, de las que casi el 90% son ranas (en comparación con los mamíferos: unas 5.000 especies). El anfibio más pequeño del mundo (y el vertebrado terrestre más pequeño) es una rana de Nueva Guinea, Paedophryne amauensis, que mide sólo 7,7 mm. El anfibio vivo más grande es la salamandra gigante china (Andrias davidianus) con 1,8 m de longitud, pero sigue estando muy por debajo de los 9 m del Prionosuchus, una especie extinta que vivió durante el Pérmico en Brasil, o de los 7 m del Braquiópodo de Alweynskop en Lesoto, que vivió a finales del Triásico y principios del Jurásico.
Según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) publicada en 2019, el 40% de las 8.100 especies de anfibios catalogadas están en peligro de extinción.()