Compost: Vermicompost.

De Triple Performance

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Este documento explica qué es el vermicompost, un tipo de compost producido mediante la actividad de lombrices de tierra, y sus ventajas en comparación con el compost termófilo. El vermicompost se realiza a temperatura ambiente, sin intervención mecánica, y resulta en un producto de alta calidad con mayor contenido en nutrientes totales y nutrientes disponibles para las plantas. Además, contiene fitohormonas y rizobacterias promotoras del crecimiento, lo que favorece el desarrollo radicular y el crecimiento de las plantas.

El proceso de vermicompostaje requiere material adecuado, condiciones ambientales controladas (temperatura entre 15-30°C, humedad 60-80%, pH 6-8, aireación y estructura suelta), y una relación C/N adecuada. Se puede realizar en exteriores en zonas templadas o en interior en condiciones adversas mediante métodos de flujo continuo, en los cuales las lombrices permanecen en las capas superiores y el producto se cosecha en la parte inferior sin separar las lombrices.

El vermicompost no elimina las semillas de plantas adventicias, por lo que se recomienda usar material sin semillas o combinar con compostaje termófilo. La calidad del producto debe controlar para asegurar que las lombrices hayan procesado completamente la materia. La normativa sobre su regulación varía entre países europeos, existiendo diferentes clasificaciones como compost, fertilizante orgánico o normativas específicas para vermicompost.

Por su mayor valor, el vermicompost se aplica en cultivos de alto valor, como frutales o viñedos, en dosis bajas, y se investiga su uso en recubrimiento de semillas, microaplicaciones y enmiendas en sustratos. Debido al tiempo y recursos necesarios para su producción, su costo es superior al del compost termófilo, pero sus beneficios para cultivos de alto valor justifican su uso en estas situaciones específicas.


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Compost: Vermicompost. (es)
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Puntos clave

El vermicompost es un producto de alta calidad producido a temperatura ambiente usando lombrices de tierra.
Este método imita procesos naturales, mantiene una comunidad microbiana diversa y contiene fitohormonas y rizobacterias promotoras del crecimiento de las plantas, diferenciándose del compost termófilo por su contenido nutritivo y biodiversidad microbiana.
El vermicompostaje requiere condiciones ambientales específicas para su eficiencia.
Temperatura de 15-30°C, humedad del 60-80%, pH 6-8, estructura suelta y relación C/N 25:1 son fundamentales para el bienestar de las lombrices y la calidad final del compost. Además, el material debe estar libre de semillas de arvenses para evitar su proliferación.
El control de calidad es esencial, pero la regulación del vermicompost aún varía entre países.
La Unión Europea no regula oficialmente el vermicompost como fertilizante, por lo que cada estado miembro tiene normativa distinta; en algunos países se considera compost, en otros, fertilizante orgánico, u organización especial.
El vermicompost tiene un valor económico elevado, por lo que su uso se reserva para cultivos de alto valor.
Dada la inversión en tiempo y recursos necesarios para su producción, las dosis de aplicación son menores, favoreciendo su uso en cultivos como frutales o viñedos, o en técnicas de microaplicación para reducir costos.
Los métodos de vermicompostaje de flujo continuo son más eficientes y adecuados en interiores o condiciones adversas.
Este sistema, alimentado desde arriba y recolectado por abajo, facilita la separación de lombrices del producto final y optimiza la producción en zonas templadas o con condiciones climáticas desfavorables.
La producción de vermicompost no elimina las semillas de arvenses, por lo que la selección del material vegetal es crucial.
Para evitar la proliferación de plantas no deseadas, es recomendable utilizar material sin semillas o combinar métodos de compostaje termófilo y vermicompostaje.

Fuentes