Deshierbe mecánico

De Triple Performance

Gestión de malezas mediante herramientas agrícolas (rastra de dientes, azada rotativa...)

Gestión de malezas mediante herramientas agrícolas (rastra de dientes, azada rotativa...)

Existían soluciones para combatir las adventices mucho antes de la llegada de los productos fitosanitarios. Estas eran preventivas (trabajo del suelo, rotación o acolchado) o curativas (deshierbe manual, deshierbe mecánico para ciertos cultivos sarclados, etc.). Después de la Segunda Guerra Mundial, los herbicidas hicieron el deshierbe más eficaz y rápido. Su uso masivo muestra hoy sus límites. El deshierbe mecánico puede ser una de las soluciones para reducir los riesgos asociados al uso del método químico.

Principio

El control de las malezas sin herbicida pasa primero por la prevención, las acciones mecánicas actúan como complemento (solas, su eficacia es limitada).

Es importante recordar que las estrategias de sistemas de cultivo sin herbicida se basan en dos nociones esenciales:

  • La observación regular de las parcelas y el conocimiento de la flora adventicia y la biología de las especies que la componen son la base de toda estrategia de gestión implementada por el agricultor.
  • Se busca el control de las malezas, no su eliminación. En otras palabras, se habla de tolerancia a las malezas, que pueden estar presentes en las parcelas sin afectar la producción de los cultivos presentes o futuros. Algunos incluso ven ventajas en ello, ya que contribuyen al aumento de la biodiversidad, soporte para el desarrollo de fauna auxiliar.

¿Por qué deshierbar mecánicamente?

En los últimos años, la retirada de sustancias activas se ha acelerado sin que se propongan otras soluciones. Esto a veces ha llevado a callejones sin salida técnicos. Complementando o no el deshierbe químico, el deshierbe mecánico puede aportar una solución más rentable y eficaz. El reemplazo de ciertos tratamientos por pasadas de herramientas mecánicas permite anticipar las evoluciones regulatorias.

El recurso al deshierbe mecánico permite reducir el impacto de las sustancias activas en el medio ambiente y evitar la contaminación del agua. En pre-emergencia, permite limitar el uso de herbicidas radiculares, considerados los más nocivos y que pueden ser arrastrados a los acuíferos.

El deshierbe mecánico no solo es útil para combatir las malezas, sino que también presenta ventajas agronómicas reconocidas. El paso de una herramienta permite, según el equipo y las condiciones en el momento de la intervención, limitar la escorrentía mediante la destrucción de la costra de battance, airear y nivelar el suelo, reducir la evaporación del agua, posicionar los fertilizantes o reactivar la vida microbiana del suelo y favorecer la mineralización de la materia orgánica. Según algunos autores, dos a tres escardas permitirían ganar veinte unidades de nitrógeno, o incluso más[1]. El paso de herramientas mecánicas también permite reducir las pérdidas de agua del suelo, perturbando la evaporación en los primeros centímetros del suelo.

Gracias a las nuevas tecnologías, especialmente la guiatura, el uso y el rendimiento de las herramientas de deshierbe mecánico están ahora optimizados, capaces de adaptarse a un gran número de cultivos y situaciones. Estos sistemas innovadores permiten ganar en precisión y rapidez de trabajo.

Las herramientas


La rastra de dientes

Rastra de dientes

La rastra de dientes trabaja a aproximadamente 2 cm de profundidad (y hasta 4 cm en una intervención en pre-emergencia) independientemente de las filas del cultivo y permite un deshierbe en toda la superficie. Sus dientes flexibles vibran con el avance de la herramienta y arrancan las malezas por efecto de vibración e impacto.

Estos dientes, espaciados entre 2 y 3 cm, pueden ser rectos o curvados. Los dientes curvados ofrecen una mayor agresividad que los rectos pero son menos adecuados para suelos muy pedregosos. Están fijados en diferentes paneles independientes que permiten una buena adherencia al terreno y un buen seguimiento de sus heterogeneidades.

Los ajustes son numerosos: velocidad de avance, profundidad de trabajo, inclinación de los dientes y sobre todo presión aplicada sobre ellos.

Puede usarse en pre-emergencia, luego desde el estadio de 2-3 hojas y hasta bastante tarde en la temporada sin correr demasiados riesgos. Su impacto será eficaz sobre malezas muy jóvenes y hasta el estadio de 1 a 2 hojas.

La intervención debe realizarse sobre un suelo seco, nivelado y compactado para asegurar un buen trabajo. Si el suelo no está limpio, existe riesgo de atasco de la herramienta. Su eficacia es limitada en suelos con costra.

La azada rotativa

Azada rotativa

La azada rotativa trabaja a aproximadamente 2 cm de profundidad independientemente de las filas del cultivo y permite un deshierbe en toda la superficie. Está equipada con ruedas en forma de cucharas en los extremos que pican, desarraigan, arrancan y luego proyectan las malezas.

El poder de penetración de la herramienta es alto, lo que la hace eficaz en suelos con costra. También puede servir como descompactadora.

Se aconseja intervenir sobre malezas entre los estadios de germinación y cotiledón.

Tiene pocos ajustes posibles: velocidad de avance, presión sobre los elementos de trabajo, profundidad.

Es difícil de usar en suelos pedregosos.

La escardadora

Soc de bineuse

Los rejas de la escardadora cortan o desarraigan las raíces y pueden enterrar las malezas jóvenes trayendo tierra sobre la fila. Deshierba los interfilas de cultivos en línea con separaciones más o menos grandes según la precisión de la guiatura.

Los diferentes elementos escardadores (1 por interfila) están fijados a una viga central pero son independientes y pueden ajustarse a diferentes separaciones. Estos elementos tienen de una a cinco piezas de trabajo, cuyo tipo de reja determina la acción sobre el suelo y las malezas.

En cereales la guiatura es prácticamente indispensable porque la separación entre filas es muy estrecha y los daños en el cultivo pueden ser importantes si la máquina no se mantiene en el lugar correcto. Puede ser mecánica (rueda guía) o electrónica (GPS, cámara). También es posible montar la herramienta en el elevador delantero para mayor precisión.

El escardado no se recomienda en la emergencia de los cultivos sino más bien para pasadas tardías al menos hasta el estadio de 1 nudo. Buena eficacia sobre malezas incluso más allá del estadio de 2-3 hojas.

Varios ajustes: profundidad de trabajo, presión ejercida sobre cada elemento.

Elección de la herramienta

El deshierbe mecánico puede implementarse gracias a un panel de herramientas. Algunas son complementarias, otras tienen acciones similares. La herramienta perfecta y polivalente aún no existe. La elección de las herramientas de deshierbe mecánico se realiza según los cultivos, sus estadios, el tipo de suelo y también las malezas[1].

Según el estadio de los cultivos

Herse étrille Azada rotativa Escardadora
Densidades de siembra Aumentar un 10% las densidades de siembra en previsión de pérdidas de plantas debido al paso de las herramientas
Separación entre filas No se requieren adaptaciones Las separaciones deben ser regulares, rectas y adaptadas a la escardadora utilizada
Sistema de guiado/protección de plantas No necesario Muy recomendable
Cultivos objetivo Utilizable en todos los cultivos Adaptado a cultivos en línea
Deshierbe en pre-emergencia Sin daños en el cultivo Riesgo importante de daños en el cultivo
Deshierbe en post-emergencia Sin daños en el cultivo (pero eficaz solo si las malezas están en estadios jóvenes) Pocos daños en el cultivo


Según el tipo de suelo

Para estas 3 herramientas, es necesario tener un suelo nivelado, compactado sin grandes restos vegetales[1]

Según la flora adventicia


F=hoja

La rastra y la azada permiten deshierbar en toda la superficie. La escardadora tiene buena eficacia en el interfila (posibilidad de acción en la fila con dedos flexibles o aporque).

La roto-rastra, la nueva herramienta del deshierbe mecánico

Roto rastra Einböck

La roto-rastra es una herramienta reciente, a medio camino entre la rastra de dientes y la azada rotativa. Está compuesta por discos con dientes redondos de un diámetro equivalente al de una rastra de dientes. Sin embargo, cada disco tiene un ángulo de ataque similar a los discos de un descompactador. Toda la anchura de la herramienta se trabaja porque los discos se solapan ligeramente.

La acción de los dientes así como el ángulo de los discos levantan una fina capa de tierra y destruyen las malezas por desarraigo o por cobertura.

Es eficaz sobre malezas muy jóvenes, pero también hasta el estadio de 2-3 hojas en dicotiledóneas.

Varios ajustes: horizontalidad de la máquina, profundidad de trabajo, presión aplicada sobre los elementos y velocidad de avance.

Como no hay efecto rastrillo, no hay atasco debido a los residuos presentes en la superficie de la parcela. Sin embargo, el suelo debe estar bien nivelado y haber recibido una preparación bastante fina.

Incluir el deshierbe mecánico en una estrategia agronómica

En ciertas condiciones, el deshierbe mecánico no es tan eficaz como el deshierbe químico: para evitar la contaminación de las parcelas, hay que revisar el sistema de cultivo en su conjunto para intentar reducir el banco de semillas. El alargamiento de las rotaciones con la alternancia de cultivos de primavera y otoño mejora la eficacia del deshierbe mecánico. La alternancia labranza/no labranza y las repeticiones de descompactado en verano permiten agotar los bancos de semillas de ciertas especies, especialmente gramíneas.

Conciliar clima y deshierbe mecánico

Para las pasadas en cereales, por ejemplo, si las condiciones climáticas permiten un paso "a ciegas" en otoño, la eficacia será mayor. Luego, a la salida del invierno, tan pronto como el suelo esté suficientemente seco, hay que reiniciar el deshierbe mecánico. Se necesitan 2 a 3 días sin lluvia para evitar el replantado de las plántulas. En cambio, si las condiciones son demasiado secas en el momento del paso, aumenta el riesgo de cortar las raíces del cultivo.

Los límites del deshierbe mecánico

  • Para ciertas malezas, hay que intervenir en un estadio muy preciso, por lo que las condiciones climáticas deben ser favorables en ese momento para permitir el paso de la herramienta.
  • El paso de una herramienta mecánica en las primeras fases de un cultivo sembrado conlleva riesgo de arranque o lesión de las plántulas jóvenes porque su enraizamiento es superficial.
  • El paso de una escardadora puede amplificar el fenómeno de propagación vegetativa.

Técnicas a dominar

Cada condición de intervención (estadio del cultivo, textura del suelo, condiciones de humedad, etc.) requiere una herramienta adaptada (cuchillas, dientes, rastras..., en pleno o interfilas...), lo que exige dominar bien estas técnicas.

Costos indicativos

Costo de una pasada de deshierbe mecánico[1]:

A modo de comparación, costo de una pasada de pulverizador con un herbicida a 40 €/ha (teniendo en cuenta el tiempo de llenado y aclarado):

Fuentes

Anexos