Principios de funcionamiento de las herramientas interceps

El deshierbe mecánico bajo la hilera es una alternativa al deshierbe químico en viticultura. Para optimizar su eficacia, es necesario comprender el funcionamiento de las diferentes herramientas interceps disponibles. Este artículo presenta los principios de funcionamiento de estos equipos, detallando los diversos montajes posibles en el tractor, los sistemas de mando de desplazamiento, así como los aspectos relacionados con el caudal hidráulico del tractor.
Los portaherramientas
Apostar por la polivalencia
El éxito del deshierbe mecánico pasa por la posibilidad de utilizar una variedad de herramientas según las condiciones de intervención (tipo de suelos, estado del suelo, desarrollo de las adventicias…). De hecho, el trabajo plano con cuchillas azadas puede ser insuficiente. Para gestionar la hierba alrededor de las cepas, es necesario entonces usar herramientas más agresivas (cuchillas rascadoras, herramientas rotativas, arados escardadores…). Por ello, parece crucial elegir un portaherramientas polivalente con una batería de accesorios adaptables.
Montajes diferentes
Los equipos de deshierbe mecánico del caballón pueden ser posicionados de diferentes maneras en el tractor. Hoy en día existen tres grandes tipos de portaherramientas en el mercado : el bastidor portaherramientas trasero, delantero o ventral entre ruedas.
Bastidor portaherramientas trasero
Es el montaje más clásico. Existen bastidores cortos que solo pueden recibir una herramienta y bastidores largos que permiten combinar varias. Se pueden tener bastidores reservados exclusivamente para el uso de interceps. Algunos fabricantes ofrecen bastidores largos cuya parte central es retráctil. Este bastidor modular permite deshierbar mecánicamente la totalidad de la hilera o bien conservar los entrehilera enherbados y trabajar el caballón.

Fijación ventral entre ruedas
Este montaje ofrece una buena visibilidad de las herramientas y permite el montaje de equipos remolcados para combinar los trabajos. Sin embargo, la instalación no es fácil en todos los tractores y especialmente para los bastidores equipados con un depósito ventral. El coste de una fijación ventral entre ruedas con el sistema de elevación y separación hidráulica es casi idéntico al de un bastidor portaherramientas trasero, sobre el que se pueden montar otros equipos para un uso simultáneo.

Fijación en desplazamiento delantero
La fijación en desplazamiento delantero se adapta en la placa portapesos del tractor. Este montaje tiene la ventaja de ofrecer buena visibilidad sobre el trabajo pero las maniobras al final de la hilera pueden ser difíciles. Además, la combinación de herramientas frontales y traseras impone calles suficientemente dimensionadas para permitir las maniobras al final de la hilera. El montaje de herramientas de trabajo del suelo en la parte delantera afecta al equilibrio del tractor. De hecho, descarga el tren trasero y puede causar un problema de motricidad, especialmente en pendiente. Es un montaje poco utilizado debido a su coste.

Los mandos de desplazamiento
La detección de las cepas se asegura por una varilla de acero llamada palpador, sonda o guía-cepa. Esta pieza metálica más o menos curvada acciona un amplificador de par, un conmutador eléctrico o hidráulico.
- Palpador con mando directo: la varilla del palpador acciona un distribuidor hidráulico que pilota el cilindro de retracción. El sistema es fiable, económico y posee buena sensibilidad.
- Palpador con mando por electroválvula: el palpador actúa mediante un distribuidor comandado por dos electroimanes. La sensibilidad de este sistema es más fina y permite tener un mando a distancia en cabina. La complejidad del sistema lo hace más costoso que un palpador con mando directo.
- Orbitrol: este sistema se basa en una pieza constitutiva de una dirección asistida, el orbitrol. Un palpador pilota la rotación del servomotor (orbitrol) y permite el desplazamiento de la herramienta delante de la cepa. Este sistema puede estar equipado con diferentes accesorios para modular el movimiento de desplazamiento delante de las cepas (paralelogramo deformable o punto de pivote).

Interceps 100% mecánicos
Poco costosos, los interceps 100 % mecánicos están volviendo con fuerza al mercado porque son sencillos de ajustar. Sin embargo, son un poco menos reactivos que los interceps con desplazamiento hidráulico ya que su desplazamiento depende de la fuerza de apoyo del palpador sobre la cepa. En suelo duro,
esta presión se vuelve muy importante.
Interceps sin palpador
Son adecuados para viñas homogéneas, sobre suelos planos y muy regulares. También permiten intervenir en viñas con cepas curvadas. Los ajustes son esenciales para evitar dañar las cepas. Por el contrario, bien ajustados, permiten pasar muy cerca de las cepas y evitan zonas sin trabajar. Su intervención está limitada en viñas heterogéneas y en terrenos en pendiente.

El seguimiento del suelo
Los interceps trabajan generalmente en pareja derecha/izquierda. Para compensar las diferencias de desnivel, algunos están equipados con un sistema de corrección de inclinación. Hay dos tecnologías disponibles: un sensor angular colocado en el palpador o un sensor de esfuerzo a nivel de una brida.
El mando en cabina
Casi todos los interceps integran un mando en cabina. Permite maniobrar las herramientas desde la cabina del tractor. Un juego de interruptores o joystick permite ordenar el plegado de la herramienta o su mantenimiento en la hilera.
La seguridad
A pesar de la zona de seguridad determinada por el ajuste del palpador, a veces el intercep engancha la cepa. Por ello, los interceps están equipados con seguridad mecánica o hidráulica.
- Seguridad mecánica: al engancharse, el resorte se tensa, y cuando la tensión supera el tarado, la articulación se flexiona, el portaherramientas se dobla y la herramienta se libera.
- Seguridad hidráulica: al engancharse, la herramienta ejerce una reacción sobre el cilindro que hace subir la presión en el circuito. En cuanto ésta alcanza el valor de disparo ajustado en el presostato, el circuito de descarga se abre y el cilindro se repliega.
El caudal hidráulico
El buen uso de los interceps está estrechamente ligado al caudal nominal hidráulico del tractor. Al estar equipados con bombas de engranajes, su caudal de aceite varía según el régimen del motor. Hay que adaptar el régimen según las herramientas. El caudal será de aproximadamente 1 600 rpm para el uso de un intercep tipo «cuchilla». Deberá ser de aproximadamente 2 000 rpm para herramientas rotativas. Algunos equipos
que requieren caudales hidráulicos demasiado altos, deben privilegiar el uso de una central hidráulica.
- Interceps simples: el caudal requerido es de aproximadamente 15 a 20 l/min para un par de interceps clásicos, animados por un cilindro simple o doble efecto. Los tractores recientes tienen en principio un caudal de aceite que cubre ampliamente estas necesidades así como la puesta en marcha simultánea del sistema de separación hidráulica del bastidor portaherramientas.
- Interceps rotativos: el caudal nominal necesario ronda los 60 a 70 l/min para animar los motores de las fresas rotativas, la apertura y cierre de los interceps, el control de la profundidad. La mayoría de los tractores modernos pueden cubrir estas necesidades. Atención
a los problemas de sobrecalentamiento porque la capacidad del depósito hidráulico de un tractor especializado es limitada. Por ello se recomienda usar una central hidráulica accionada por la toma de fuerza del tractor para interceps rotativos. Este dispositivo hace independiente el caudal hidráulico del régimen de rotación del motor y da flexibilidad en la conducción del trabajo.
Fuentes y referencias
CUMA Occitanie, 2018, Deshierbe mecánico de la viña: elegir sus herramientas interceps. Disponible en: https://opera-connaissances.chambres-agriculture.fr/doc_num.php?explnum_id=208768